La primera parte de esta publicación: NUESTRA PARTE DEL PACTO
Entonces Dios …
yo oiré desde los cielos … que precioso pensamiento: ser oídos por Dios. Eso nos promete vez tras vez en la escrituras. Él escucha sobre nuestros miedos, nuestras dolencias, nuestros problemas, nuestras ansiedades, etc. Quiere contestarnos y darnos lo mejor en cada circunstancias. Podríamos hacer un estudio profundo sobre las respuestas de Dios, y quizás lo haremos en días venideros, pero su respuesta puede ser un rotundo “sí”, un “no” (tengo algo mejor) o un “espera”. En este versículo, con relación a la nación, Él promete las bendiciones que siguen.
Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
1 PEDRO 3:12
Y sus oídos atentos a sus oraciones;
y perdonaré sus pecados … si nos humillamos y reconocemos nuestra condición de pecadores, él nos promete perdonar todos nuestros pecados, como individuos y como nación. ¿Qué pecado podemos cometer como nación? La lista es larga, pero de todos nos perdonará: corrupción, mal manejo de bienes públicos, no cuidar a los necesitados, nuestro trato con los extranjeros, cuidado de los mayores, quitar a Dios de todos los ámbitos públicos, pecados en contra de la inocencia infantil, el abuso de género, etc. Estos son pecados de la sociedad que existen porque Dios no está presente y activo en la vida de todos. Hemos quitado a Dios de todo y los resultados son obvios. Me preguntarás, ¿pero cómo mi cambio puede cambiar el resto de la sociedad? Tu puedes empezar una cadena y puedes influir en tu círculo de relaciones, pero no dejemos de tener en mente, que esta transformación es espiritual y que Dios es quien promete actuar. Cuando Él actúa, no nos dictamos por las leyes de la naturaleza.
Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
ISAÍAS 1:18
y sanaré su tierra … las promesas de Dios son verdaderas. Si nosotros hacemos nuestra parte, Él hará la suya. El sanar se refiere a la vida física pero también a la vida espiritual. El sanar es hacer que sus valores y enseñanzas prevalezcan en nuestras vidas personales pero también en la vida comunitaria. Es como vivir sirviendo al próximo como a mí mismo, poniendo los intereses de otros antes de mis intereses, hablando de valores eternos, en suma, teniendo una ventana abierta a lo que nos espera en el cielo. Mucho hemos estado viendo estos días, y es un reflejo de quienes somos: hechos a la image y semejanza de Dios. Imaginaros este servicio hecho en el nombre del Señor, la sanidad de nuestra tierra. También se refiere a librarnos de este virus, que puede ser una llamada de atención del Señor.
El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos.
DANIEL 2:21
Con esto termino este estudio y espero que podamos ver esta nación transformada.

Os dejo con Salmo 33:
12 Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová,
El pueblo que él escogió como heredad para sí.13 Desde los cielos miró Jehová;
Vio a todos los hijos de los hombres;14 Desde el lugar de su morada miró
Sobre todos los moradores de la tierra.15 El formó el corazón de todos ellos;
Atento está a todas sus obras.16 El rey no se salva por la multitud del ejército,
Ni escapa el valiente por la mucha fuerza.17 Vano para salvarse es el caballo;
La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.18 He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,
Sobre los que esperan en su misericordia,19 Para librar sus almas de la muerte,
Y para darles vida en tiempo de hambre.20 Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.21 Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
Porque en su santo nombre hemos confiado.22 Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,
Según esperamos en ti.

Os dejo con esta canción para inspiración:
Mara