
¿Cómo puedo ser las manos de Jesús?
Hoy vuelvo a retomar este tema tan importante basado en este versículo:
Mateo 22:37-39
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38 Este es el primero y grande mandamiento.
39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Hemos hablado de:
- El amor de Dios por nosotros
- Nuestro amor propio = autoestima
- HOY: hablaremos de nuestro servicio al prójimo
Primeramente hablemos de quién es mi prójimo. Mi prójimo es toda la persona que me cerca, próxima o no. En la historia del samaritano, era un desconocido. Puedes leer la historia aquí: LA PARÁBOLA DEL BUEN SAMARITANO.
Creo que es importante reconocer las diferentes relaciones y cómo el servir puede tomar una forma diferente. Antes de dar alguna ideas muy concretas me gustaría retomar la idea que si nuestra “jarra” está vacía, no podemos compartir su contenido. Nuestra primera y más importante responsibilidad es llenarnos del amor de Dios para que, en momento oportuno, lleguemos a “derramar” de su amor por donde pasamos.
Empezaremos con nuestra familia: a veces es más fácil servir a extraños que a los que están a nuestro lado. Si estamos estresadas, los que están más cerca, sufren más. Empieza por este círculo más cercano y toma pasos para “rebosar”:
Tu marido es la relación más importante, después de Dios. Hoy evalúa en que posición tienes a tu marido, si ves que las prioridades están descontroladas, toma un paso hacia lo correcto. Algunas ideas son:
a) Escríbele una pequeña carta o tarjeta comentando que quiere que él se sienta más especial y que ultimamente no le está dando mucha atención, y que esperas cambiar.
b) Esta semana prepara su comida preferida por sorpresa y si te pregunta la razón, tienes la puerta abierta para decirlo.
c) ¡Pídele perdón! ¡Qué difícil es esto! No es nada fácil ser humilde y reconocer tus errores. Este quizás sea el comienzo más saludable del resto de vuestras vidas.
*** En el futuro escribiré sobre este tema con más detalle con recursos, etc. De momento comparto estos pasos, sencillos pero tan importantes.
Tus hijos vienen en seguida. Te necesitan como cuidadora, profesora, médica, psicóloga, etc. Tus responsabilidades con ellos son infinitas y a tiempo integral, incluidas las horas extras por las noches y fines de semana. Algunas ideas son:
1.Ora por ellos. Ellos necesitan la bendición de Dios y la oración de una madre es especial a los ojos de Dios. Algunas peticiones pueden ser: por sus estudios, salud, dirección profesional, futura pareja, y que, especialmente, lleguen a seguir a Cristo.
2. Busca ocasiones de conversación con cada hijo por separado. Las necesidades son diferentes para cada hijo, además cambian con la edad. Trata de mantener un canal de comunicación abierto, sin juzgarles. Escucha más y habla menos. Si no tienes respuestas, no pasa nada. Se transparente y natural, diles que pensarás en una buena respuesta. Ora a Dios pidiendo sabiduría.
*** también escribiré más profundamente sobre este tema en el futuro. Hay mucho que abordar sobre nuestra relación con nuestros hijos en la diferentes fases.
Padres: los padres merecen nuestro respecto y cuidado. La Biblia nos enseña el valor de honrar nuestros progenitores. Es verdad que ni siempre han actuado de la manera que quisiéramos. Puede que incluso, nos hayan hecho cierto daño. Cuando nos llenamos del amor del Señor sin merecer, se nos hace más natural dar el amor incluso a los que no lo merecen. Nosotros no merecemos el amor de Dios y Él nos colma con liberalidad.
1.Una de las cosas que más pueden llegar al corazón de los mayores es escucharles. Tienen mucho que contar y mucha sabiduría que compartir, muchas de ellas derivadas de sus propios errores. Escúchales y evita futuras equivocaciones.
2. Busca servirles de acuerdo con la circunstancias. Estas son tan variadas como las personas: ir con ellos al medico, llamarles una vez al día, llevarles los nietos para que les visiten, considera sus opinions, etc.
Familiares variados y amigos: amigos están incluidos porque la Biblia mismo se refiere a este tema: “Hay amigo más llegado que un hermano”:
1. Aprende a escuchar. Uno de los regalos más bonitos que puedes dar a todas las personas es ser aquella amiga que sabe escuchar, con los oídos y con el corazón.
2. Observa las necesidades alrededor. No podrás resolver todos los problemas o suplir todos las necesidades, pero puedes enfocar en algunas, paso a paso.
3. Ora por ellos: este es el mejor regalo. Dios quiere contestar tus oraciones y te ha puesto en sus caminos con esta razón.
TODOS LOS DEMÁS: conocidos y desconocidos. Vive una vida supernatural, escuchando a la voz del Señor en tu corazón. Cuando andas lado a lado con Jesús, Él te mostrará y te capacitará para servir a la gente que traiga en tu camino. Acuérdate que Su plan para ti considera tus capacidades, tu personalidad, tu talentos. Va a ser algo natural para ti. Y en muchas ocasiones, va a ser ¡de lo más divertido! La vida a la cual Dios nos llama no es nada aburrida o pesada. A veces incluye obstáculos pero hay mucha paz y gozo cuando encuentras tu propósito. ¡Es supernatural!
Desborda, con Él y para Él.
Mara
Toda la serie de Paso a Paso:
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