
En la semana pasada hemos empezado a hablar sobre nuestro propósito y entender cómo tiene una influencia en el amor que recibimos y extendemos a otros.
Todo empieza con Dios, y este fue nuestro primer enfoque. Si no lo has leído puedes ir a Mis manos son Sus manos, Parte 1.
Hemos leído este versículo que nos enseña esta secuencia prioridades:
Mateo 22:37-39
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
38 Este es el primero y grande mandamiento.
39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Aquí encontraras resumida, la misión de tu vida:
- Amar a Dios en primer lugar
- A ti misma
- A tus semejantes
Quizás alguna esté pensando que parece un tanto egoísta ponernos delante de nuestro semejante. La verdad es que si no nos amamos a nosotras mismas, no seremos capaces de amar a otros. El amor al próximo empieza por entender quienes somos, para qué fuimos creadas, y cómo somos amadas.
Volvemos a la jarra llena que ya no puede contener, sino que derrama todo a su alrededor. El amor de Dios primeramente debe actuar en nuestra vida, llenarnos hasta que empezamos a distribuir a los que nos cercan.
Cuando aceptamos el amor de Dios, nuestra autoestima sufre una transformación. ¿Quieres saber algo sobre el amor de Dios por ti? Escribo algunos textos de la Biblia para que los leas:
“Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos. Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a si mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo” –Efesios 1:4-5
Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.
14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.
15 No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.
16 Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.
17 !!Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
!!Cuán grande es la suma de ellos! — Salmo 139:13-17
Algunos puntos importantes para considerar, basados en estos textos:
- Antes que existiera el mundo, tú ya estabas en los pensamientos de Dios
- Cuándo fuiste engendrada, Dios estaba activo en tu formación.
- Dios ha tejido tu personalidad, carácter y habilidades.
- Dios tiene un plan perfecto para tu vida, si tú decides seguirle.
- Todo lo que hace Dios es formidable, asombroso, maravilloso … y tú eres una de sus obras primas.
- Él desea que además de ser una creación asombrosa de sus manos, seas parte de su familia, su hija – por eso ha enviado a su hijo para abrir el camino que estaba bloqueado por el pecado.
- Dios NUNCA comete errores, y todo lo que hace es precioso, lo que incluye a ti.
Así, con estas pocas verdades encontradas en estos versículos podemos llegar a la conclusión que somos valiosas. Lo interesante es que muchas vivimos la vida sin considerarlo y escuchamos las mentiras que este mundo trata de enseñarnos:
- Tú no vales, mejor sería no haber nacido
- Tienes que cambiar (adelgazar, engordar, estudiar) para que la gente te quiera de verdad.
- No tienes los talentos necesarios para lo que tienes que hacer
- No vales nada – nadie te quiere
- Nadie te entiende, no eres comprendida
A estas mentiras que nuestro enemigo (el diablo) quiere enseñarnos, debemos combatir con las verdades de la Palabra de Dios, la Biblia.
- Soy una obra prima de Dios, nadie es como yo, soy única y parte esencial del Gran Plan de Dios.
- Él me ama como soy, y en Él puedo todas la cosas. Él podrá ayudarme a tener la vida saludable que necesito para cuidar este regalo que me ha dado, mi cuerpo y mente.
- Tengo dones y talentos dados por Dios para servirle a Él y a mi semejante. Mi responsabilidad es encontrarlos y utilizarlos para que Dios reciba todo la Gloria por las obras de mis manos.
- Soy amada por el Creador de todas las cosas, que antes de todo, soñaba conmigo. El me ha formado de una manera preciosa, que le trae placer a Él.
- Él me conoce y me entiende, pues antes que diga una sola palabra ya sabe lo que llevo en mi mente. Él puede ayudarme en todas las relaciones de mi vida.
En solamente estos dos textos de la Biblia encontramos todas estas verdades. La Biblia está llena de perlas de sabiduría como estas. Debemos leerla a diario y apuntar todo lo Dios nos enseña. Es una carta de amor de parte de Dios a cada una de nosotras, y no debemos ignorarla.
El quererse a una misma, desde la perspectiva de Dios, es importante para una buena autoestima y para que cumplamos Su propósito en nuestras vidas.
Quizás leas eso y te parece bonito, lo ves interesante y hasta muy poético. No quedes en la admiración, da un paso de fe hasta esta realidad supernatural en que te sientes amada y mimada por tu Padre Celestial. Pasas a caminar a cada día con una nueva visión de tu vida, y dirección para cada paso a tomar. La vida en la presencia de Dios no tiene precio, y no hay cómo explicarla completamente, la tienes que experimentar en primera persona.
Te invito a este video que muestra la historia de amor de Dios con la humanidad.
Si viendo este video, has hecho esta oración, envíame un mensaje para que me alegre contigo. También quisiera enviarte un regalo. Si tienes más preguntas, también estoy disponible para contestarte.
En la semana que viene continuamos hablando en cómo «derramar» el amor de Dios en la vida de los que nos cercan.
Si no has leído las otras publicaciones de esta serie, las dejo aquí;
- Hacia una vida supernatural
- Mis emociones y Dios
- Mi forma de ser
- La Balanza del amor
- Mis manos son Sus manos
Mara
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2 comentarios en “Mis manos son Sus manos: parte 2 «SOY AMADA»”