
Acabo de mudarme. La casa finalmente tiene pinta de un poco de orden y relax. Todavía quedan cositas pero creo que es contraproducente continuar sin tener tiempos de relax y descanso. Así que, a empezar a hacer letras bonitas. Bueno, tengo que practicar mucho …
Estos momentos me permiten parar y pensar en lo que voy leyendo a cada día. La cuarentena me ha servido mucho para estudiar más, leer mucho y re-enfocar mi vida. Quisiera ir compartiendo mientras os voy mostrando mis trabajitos de meditación.
Hoy comparto mi trabajo en que he retomado el lettering. Es una actividad en que tienes que practicar, practicar y practicar. No hay caminos cortos para llegar a hacerlas bien. Allí vamos:

He empezado con mi lectura de esta mañana. El Salmo 1 habla del hombre (o mujer) que no anda entre los malos (no se deja llevar por sus hechos), no está entre los que aman el pecado, ni se sienta entre los que escarnecen. Al contrario, este hombre (o mujer) medita en la Palabra del Señor todo el tiempo, llenándose de su influencia.
Este hecho resulta en una perspectiva clara de lo que tiene que hacer y cómo lo debe hacer. Estar con Dios de una manera constante, nos revela Su mente. Tomaremos decisiones acertadas, haremos todo con amor y dedicación, y nuestros proyectos prosperarán.

Eso me lleva a la definición de la prosperidad en el diccionario:
«Desarrollo favorable, especialmente en el aspecto económico y social»
Sin embargo, cuando miramos a la prosperidad del punto de vista de Dios, es un poco diferente.
¿Cómo describiríamos un proyecto próspero a los ojos de Dios?

Es un proyecto que es hecho con amor, que ayuda, que trae el bien y alegría al prójimo, que trae gloria al nombre de Dios y nos aproxima de Él. Dios quiere que nuestra vida esté repleta de proyecto prósperos, sean profesionales, solidarios o familiares. Incluso, puede incluir la prosperidad financiera, pero no es el enfoque ni lo más importante. Para Dios no existe la dicotomía de espiritual y material o secular. Todo ES espiritual, lo que incluye los bienes económicos. Cuando actuamos con esto en mente, como si fuera para Él, Él todo lo prosperará.