A cada día me maravillo más con el hecho que la Biblia trae respuestas a todos los dilemas de la vida. Con el crecimiento de casos de ansiedad y depresión, una vez más, veo las respuestas a todo eso en lo que la Biblia dice.

Pero no son respuestas retóricas, sino soluciones reales que comienzan a un nivel espiritual. Las promesas de Dios son siempre vinculadas a ciertas instrucciones dada por Dios para que vivamos. Él es Dios con una personalidad solo suya, ha puesto la eternidad en el corazón de los hombres, ha dado a la raza humana la capacidad de distinguir entre el bien y el mal, y nos ha dado instrucciones de cómo vivir. Es así de sencillo … con el beneficio que es Dios y puede cumplir todas sus promesas.
Así que hoy me agarro a esta promesa:
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia inquietud. Le basta a cada día su propio mal. — Mateo 6:34
Es una verdad relacionada con otra promesa de Jesús, que no nos gusta mucho: «en este mundo tendréis aflicción». Como resultado de nuestra naturaleza de pecado, alejada de Dios como raza humana, vivimos muchas consecuencia de nuestro propio pecado. Estas consecuencias se traducen en dificultades. Dios nos da una instrucción muy clara: no vivas pensando en el mañana. Hoy, ahora es el momento de vivir.
Hoy: olvídate del pasado.
Hoy: agradece por Sus benefinios
Hoy: presenta tus problemas a Jesús
Hoy: no vivas en ansiedad por el mañana
Parece sencillo, pero qué difícil es. Es más facil mirar las circunstancias que mirar a Dios en fe. Por eso, se requiere disciplina. Tienes que poner tu mente en Dios.
Hoy he leído algo que me impactó:
«Si alimentas tus miedos, tu fe desaparece. Si alimentos tu fé, tus miedos se van.»
En estos días, alimenta tu fe. Mira a Jesús. No pienses en el mañana. Agradece por las bendiciones de hoy y mira el futuro por los ojos de Dios. Él quiere que disfrutes de hoy con sus retos y bendiciones y no ten llenes de ansiedad.
Te dejo con 3 versículos para que los leas en voz alta (no es necesario pero nos ayuda a entender y recibir el mensaje), hable con Dios a respecto y toma posesión de las promesas de Dios:
- Isaías 41:10
No tengas miedo, pues yo estoy contigo;
no temas, pues yo soy tu Dios.
Yo te doy fuerzas, yo te ayudo,
yo te sostengo con mi mano victoriosa. - Salmo 23:4
Aunque pase por el más oscuro de los valles,
no temeré peligro alguno,
porque tú, Señor, estás conmigo;
tu vara y tu bastón me inspiran confianza. - Josué 1:9
Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas.
Mara